La envasadora es una máquina que concentra su actividad en realizar el envasado de distintas cosas. Su funcionamiento se basa en una línea de producción en la cual entran en juego los envases y los productos. Primero se coloca el envase, después el producto en su interior y finalmente la envasadora se asegura de su cierre correspondiente.
Elegir una envasadora u otra, depende de las necesidades que tenga cada negocio y del producto en cuestión que se envasará, dado que puede ser desde un sólido hasta un gel o un líquido. También hay envasadoras que operan de forma vertical y horizontal, mientras que estas destacan de una manera u otra con varios rasgos muy identificables dependiendo del modelo. Uno de ellos es el nivel de seguridad que proporcionan, la higiene que les representa o el espacio que ocupará la máquina.
Tipos de envasadoras
Hay algunas envasadoras que se pueden identificar con facilidad dentro de las muchas posibilidades disponibles. Es el caso de las envasadoras de blísteres, que actúan para envasar todo tipo de artículos que encontramos en las tiendas, las envasadoras de briks o las que se ocupan de la colocación de botellas y cerradoras.
La envasadora vertical toma su nombre por la dirección que toma el film en la elaboración del envase y da una gran versatilidad para dosificar distintos tipos de producto. Mediante unas correas, el film es arrastrado por el exterior del elemento tubo guía, y por el interior es inyectado el producto a dosificar. Introducida la dosis, una mordaza selladora cierra el envase y genera, a su misma vez, el sellado inferior del próximo envase a dosificar, la cuchilla alojada en la mordaza selladora se encarga de separar los envases entre sí.
La envasadora horizontal distribuye el film horizontalmente a través de las mordazas de sellado. Los envases, una vez formados, son divididos mediante cuchillas de corte y abiertos a través de ventosas de vacío para ser dosificados con el producto deseado. Es capaz de dosificar una gran variedad de productos tanto líquidos como sólidos y la posibilidad de incorporar accesorios al envase como válvula dispensadora o de aireación, etiquetas informativas del producto, toallitas húmedas, etc. La construcción dispuesta en estaciones, da a este tipo de máquina una gran versatilidad en la incorporación de procesos personalizados a cada producto.
La envasadora al vacío utiliza el vacío para retirar el oxígeno del interior de un empaque con el objetivo de evitar la oxidación, prolongar el periodo de vida y calidad de un alimento.
Dentro de la cámara, durante el ciclo de vacío, el aire sale de la cámara a una velocidad mayor de la que escapa del interior del paquete. Esto permite que la presión dentro del paquete sea un poco más alta que en la cámara circundante. Esto es normal y debería disminuir a medida que continúa el ciclo de vacío.
La envasadora al vacío con gas inerte se utiliza para desplazar el aire, sobre todo el oxígeno del interior de los envases. Evitamos la oxidación y el crecimiento de bacterias. También puede ser usado como gas de relleno ya que se evapora de manera muy lenta.
Sincronización
La pesadora multicabezal se fabrica en varios modelos y puede ser de 10,12,14,16 y 20 cabezales a determinar en función de las características del producto y de la producción máxima que necesitemos.
Independientemente del número de cabezales, las dimensiones de estos pueden variar, y pueden ser de 0,5, 1,5, 2,5 o 5 litros.
Las superficies en contacto con el producto pueden ser lisas, lagrimadas, teflonadas o con tratamiento de electro-pulido según el tipo de producto que tenga que pasar por la pesadora multicabezal.
Las pesadoras multicabezales se pueden sincronizar con cualquier tipo de máquina para envasar.
Y también esta la mesa dosificadora de envases que permite automatizar el llenado de los envases. En este caso, la dosificadora se diseñó para su uso especial con cal, producto de especial manipulación. Para ello, se utilizó un sistema por el que, mientras se conduce el producto, también se aspiran las partículas grandes que puedan desprenderse.
El llenado en botes se realiza mediante vibración y son detenidos con la ayuda de un cilindro neumático y fotocélula.